
“Desmilitarizar para profesionalizar”: la hoja de ruta de Cesari Hernandez para una policía moderna en Tierra del Fuego
El penalista y ex juez Daniel Cesari Hernandez propuso “desmilitarizar para profesionalizar” la Policía de Tierra del Fuego: escuela única con especializaciones, un solo escalafón, carrera y salario dignos; investigación moderna basada en evidencia y registro digital; y uso racional del armamento con preeminencia de medios no letales. Objetivo: una fuerza un paso adelante del delito que alivie a la Justicia y recupere confianza social.
En su habitual columna de los miércoles por ‘La mañana de la Tecno’ en Radio Universidad 93.5 MHz, el penalista y ex Juez de Instrucción de Río Grande, Dr. Daniel Cesari Hernandez trazó un programa integral de modernización policial que anuda dos reformas gemelas: una nueva Ley de Policía y un nuevo Código Procesal Penal. Su tesis central es simple y contundente: policía y procedimiento penal deben transformarse a la vez para pasar de un modelo reactivo y burocrático a otro preventivo, especializado y sustentado en evidencia.
“La policía tiene que ir un paso delante del delito; así el Poder Judicial recibirá menos casos y mejor trabajados”, resumió.
Dos caras de la misma moneda: policía y proceso penal
Para Cesari Hernandez, no alcanza con retocar organigramas. Hace falta cambiar el sistema de investigación y el tratamiento del delito en clave de eficiencia. La policía, como auxiliar de la Justicia, debe asumir un rol profesional en la pesquisa: terminar con el ‘tipeo’ de testimoniales y avanzar hacia protocolos modernos de registro audiovisual, peritajes robustos y cadena de custodia.
En su esquema, la investigación material pasa a manos de equipos policiales formados y escalonados en tres niveles: básico (toma de declaraciones y primeros actos), avanzado (recolección y análisis de prueba) y direccional (conducción del caso). ¿“Detective”? El término puede variar, la función no.
Escuela única, especialización temprana y carrera real
El cambio -sostiene- empieza por la formación. Propone una escuela única (fin de las currículas separadas), con un período de adaptación inicial y ramificación temprana en seguridad, pericial e informática/ciberdelito.
* Menos internado, más academia: enfoque en tecnología, procedimientos, pericias y protocolos.
* Plan de carrera con evaluación continua, asistencia social y salarios dignos: “La policía no puede ser la salida de quien no consigue trabajo; es vocación de servicio.”
* Capacitación permanente a lo largo de la vida profesional, con trayectorias claras y exigentes.
Un solo escalafón: “todos oficiales”
El ex juez planteó unificar los escalafones (oficiales/suboficiales) en un único cuerpo con jerarquías bien ordenadas. ¿Para qué?
* Claridad de funciones y mando.
* Currícula unificada y estándares comunes.
* Corrección de inequidades salariales, sobre todo en los grados iniciales.
* La unificación, dice, no elimina la pirámide: la reorganiza para que el ascenso sea meritocrático y con exigencias formativas equivalentes.
Armas según la función: racionalidad y tecnologías no letales
Otro eje medular es el uso proporcional del armamento.
* Grupos de choque/seguridad: dotación acorde al riesgo y a la hipótesis de conflicto.
* Investigación y policía científica: no necesitan estar armadas el 100% del tiempo.
* Medios no letales (eléctricos, lanzadores de munición no letal/irritante) para escenarios cerrados y de alta concurrencia, donde el arma de fuego es riesgosa.
* El criterio es operativo y sanitario: proteger a la población, reducir daños, minimizar la letalidad y mejorar la capacidad de control.
“Un policía armado es como un médico con bisturí: no todos lo usan. El equipamiento debe responder a la tarea”, dijo.
Qué cambiaría para el vecino
* Más prevención visible y respuesta más rápida.
* Mejores investigaciones: menos papeles, más evidencia útil y causas mejor fundadas.
* Menos saturación judicial: expedientes más claros y más tiempo para lo importante.
* Profesionalización del trato: protocolos, registro, control de procedimientos.
* Cómo se implementa: pasos políticos y administrativos
El plan sugiere una secuencia de implementación:
* Marco normativo: discusión y sanción de nueva Ley de Policía y nuevo Código Procesal Penal compatibles entre sí.
* Reforma académica: creación de la escuela única, revisión de planes de estudio y ramas de especialización.
* Carrera y salarios: escalafón único, bandas salariales por función y evaluación continua.
* Equipamiento y tecnología: laboratorios, registros audiovisuales, software de gestión de casos, no letales y protocolos de uso.
* Transición ordenada: capacitación del personal en servicio, equivalencias y concursos internos para cubrir nuevas funciones.
Frases destacadas
“Un paso adelante del delito, no detrás”.
“La investigación debe ser policial y profesional: evidencia, no tipeos.”
“Escuela única y especialización temprana: menos internado, más academia.”
“Un solo escalafón corrige inequidades y ordena la función.”
“Armas según la tarea y más tecnologías no letales.”
Siete claves del proyecto
- Reforma dual: policía + proceso penal, en espejo.
- Profesionalización de la investigación con equipos escalonados.
- Escuela única y trayectorias especializadas desde temprano.
- Carrera y salario dignos con evaluación permanente.
- Escalafón único con jerarquías claras.
- Digitalización probatoria y fin del expediente “a máquina”.
- Racionalidad en el uso de la fuerza y expansión de no letales.
Escena posible: Un día en la comisaría, versión 2026
- Ingreso de denuncia con registro audiovisual y carga automática al sistema.
- Equipo básico toma contacto, preserva escena y activa protocolos.
- Equipo avanzado perita, levanta rastros y gestiona laboratorio.
- Conducción coordina con fiscalía, arma hipótesis y define tácticas.
- Seguimiento con indicadores y control de calidad probatoria.
La propuesta de Cesari Hernandez no se agota en un cambio de uniforme o de organigrama: es un cambio de paradigma. Desmilitarizar para profesionalizar significa formar mejor, investigar mejor y usar mejor la fuerza. El resultado esperado: más prevención, mejor Justicia y mayor confianza ciudadana