
Gustavo Ventura sobre Tierra del Fuego “No soy reformista, quiero un nuevo modelo.”
En comunicación con Radio con Vos, Gustavo Ventura referente político de Tierra del Fuego fue consultado sobre varios temas referidos a la actualidad de la provincia.
En principio por la crisis educativa que vive hoy día Tierra del Fuego el intento de una reforma educativa y la generación de un nuevo impuesto para soportar la misma, al respecto indicó “No puede haber reforma educativa con las escuelas cerradas. Tampoco puede haber negociación con los gremios mientras los chicos no estén en el aula. Tomar a los chicos como rehenes es la peor decisión que se puede tomar en este momento. La educación en Tierra del Fuego está en emergencia y generar un impuesto no es la solución, ninguno de los actores que hoy están en el tema van a poder resolver esto ya te lo adelanto, esta gente está nock out.”
También se le consultó sobre la posibilidad de una reforma de la constitución provincial.
No creo en ninguna de esas propuestas de reforma que escucho para la constitución de provincia, de por sí no soy reformista, por que eso sería aceptar que este sistema tiene salvación, y ya no la tiene.
Porque este modelo mata a los jubilados de Tierra del Fuego, condenándolos a una obra social fueguina (OSEF) que no funciona.
Porque tenemos una educación que no forma, una salud que no cuida, y una policía sin recursos, mal paga y desprotegida entre tantas otras carencias.
Porque hay una legislatura que en los últimos diez años le dio la espalda a la gente, y un vínculo de con el sector privado que espanta inversiones en lugar de promover empleo.
Porque el Estado fue sobredimensionado al punto de volverse ineficiente, lento y sordo.
Y porque los niveles de corrupción que hoy vemos nunca antes fueron tan evidentes ni tan impunes. Entonces, ¿cómo podría querer “reformar” esto?
Yo no creo en parches ni maquillaje. Creo en un nuevo sistema, que transforme desde la raíz lo ejecutivo, lo legislativo, la relación con el sector privado, y la estructura misma del Estado.
Un sistema ágil, honesto, moderno y humano, que le sirva a la gente, no a los que viven del poder.
Sobre la evidente crisis de representación política en Tierra del Fuego y el enojo evidente de la sociedad indicó “Si es así, pero no solo con las estructuras políticas sino también con las instituciones del gobierno, los gremios, y tantos otros, están fracturadas internamente y ya no representan, por qué perdieron el consenso entre los propios, y mucho menos con la sociedad. Por eso insisto: no alcanza con reformar lo que está roto. Necesitamos un nuevo modelo, un nuevo orden.
Muchas de estas estructuras no sobrevivirán al cambio que se viene. O se transforman profundamente, o desaparecerán. Ese proceso ya empezó, y es irreversible.
Porque Tierra del Fuego no necesita reformas. Necesita nueva sangre en el poder, un nuevo orden que la vuelva a poner de pie.” Finalizó.