Impulsan declarar «personas no gratas» a diputados nacionales por acuerdo con el FMI
La presidenta del Concejo riograndense fueguina acusa a Santiago Pauli y Ricardo Garramuño de «destruir la realidad» provincial al avalar la eliminación del sub régimen industrial. «Son cómplices de un daño irreparable», afirmó.
Guadalupe Zamora, concejal y presidenta del Concejo Deliberante de Río Grande, justificó su proyecto para declarar personas no gratas a los diputados nacionales Santiago Pauli y Ricardo Garramuño, a quienes responsabiliza de votar en contra de los intereses de Tierra del Fuego al apoyar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«La política no está para destruir la realidad, y eso hicieron ellos: son empleados del Gobierno Nacional y del FMI», sostuvo durante una entrevista en Radio Provincia, donde desgranó los fundamentos de una iniciativa que ya genera controversia en el arco político fueguino.
«El Fondo, en el acuerdo que se votó, es un cheque en blanco. Eliminaron el sub régimen de Tierra del Fuego sin cuestionamientos», denunció Zamora, integrante del Movimiento Popular Fueguino. Aclaró que su postura no se basa en «la vida privada ni las creencias» de los legisladores, sino en su mandato popular incumplido: «Debían defender a la provincia y a sus vecinos. En cambio, son cómplices de lo que está pasando». La referencia directa es a la crisis industrial que, según ella, amenaza con profundizar la asimetría económica entre Río Grande y Ushuaia. «Hoy no podemos perder un solo puesto de trabajo. La industria electrónica nos sostiene», insistió, tras revelar que mantuvo reuniones urgentes con la Cámara de Comercio local.
Zamora rechazó que el turismo, promovido por el Gobierno nacional como alternativa, sea una solución mágica: «Acá no se tira agua bendita y florece la industria. El Estado laburó décadas para construir lo que tenemos». Recordó inversiones históricas en infraestructura, como el aeropuerto y el puerto, pero criticó la desviación de fondos: «La mayoría del Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva se genera con nuestra actividad, pero los proyectos van a Ushuaia. No hay plan para la zona norte».
Sobre la recepción del proyecto en el Concejo, admitió que buscará diálogo con todas las bancadas, aunque anticipó resistencias: «Nos tildarán de locos o golpistas, como siempre». Y redobló la apuesta: «No podemos permitir que nuestros legisladores nacionales nos destruyan. Se les notan los hilos, es vergonzoso». La concejal, que se definió como una mujer «de calle y piquetes», vinculó la medida con una defensa más amplia: «Hay que decir quiénes son los cómplices de esta destrucción. El daño es irreparable, pero hay que seguir trabajando».
El cierre de su intervención fue una advertencia: «Nos desespera no perder más puestos de trabajo. Si hay que juntarse, lo haremos. Pero no callaremos».
