La inflación de abril marcó una desaceleración al 2,8 %
El INDEC reportó una baja de 0,9 puntos porcentuales respecto a marzo, en un contexto de liberalización del dólar. El acumulado anual llega al 11,6%, mientras que en los últimos doce meses la suba fue del 47,3%.
El primer dato inflacionario tras el levantamiento del cepo cambiario y la implementación de un sistema de bandas para el dólar mostró una desaceleración en abril: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un 2,8%, lo que representa una baja de 0,9 puntos porcentuales frente al 3,7% de marzo.
La cifra, difundida este miércoles por el INDEC, confirma una tendencia a la moderación después de los repuntes observados en el primer trimestre del año, cuando la inflación escaló desde el 2,2% en enero hasta el 3,7% en marzo, su nivel más alto desde octubre de 2024.
El resultado de abril era clave para evaluar el impacto de las nuevas medidas económicas, en particular la eliminación de las restricciones cambiarias y el paso a un esquema de flotación regulada para la divisa estadounidense.
Si bien algunos analistas anticipaban presiones alcistas en los precios, el dato reflejó un enfriamiento, alineándose con la desaceleración que comenzó en la segunda mitad del año pasado. No obstante, el acumulado en los últimos doce meses sigue siendo elevado: 47,3%. El rubro que lideró los aumentos en abril fue restaurantes y hoteles
(4,1%), impulsado por el encarecimiento de alimentos y bebidas fuera del hogar. Le siguió recreación y cultura (4%), debido a ajustes en servicios vinculados al esparcimiento. Por otro lado, alimentos y bebidas no alcohólicas (2,9%) tuvo la mayor incidencia a nivel regional, con subas en carnes, lácteos, huevos y pan. En contraste, transporte (1,7%) y equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%) presentaron las
variaciones más bajas.
Con este resultado, el Gobierno obtiene un respaldo inicial a su estrategia de liberalización cambiaria, aunque persisten desafíos para consolidar la tendencia a la baja en un contexto de alta inercia inflacionaria. Los próximos meses serán determinantes para evaluar si la desaceleración se consolida o si, por el contrario, resurgen presiones de precios en un escenario de mayor flexibilidad monetaria.
