A partir de la presencia de determinadas especies, el equipo puede evaluar la calidad de los cuerpos de agua. Se trata de una técnica más rápida y económica que la tradicional.
A partir de la presencia de determinadas especies, el equipo puede evaluar la calidad de los cuerpos de agua. Se trata de una técnica más rápida y económica que la tradicional.
“A partir de esta especie, podemos comparar la calidad de agua de las distintas lagunas de Ushuaia. Otra parte de mi trabajo está centrada en buscar cuáles son las especies nativas que crecen principalmente en estos ambientes fríos y que son indicadores del estado ambiental”, añade Diodato.
Cuidar la salud de la población
La forma más tradicional para evaluar la calidad del agua es tomar muestras de agua y de sedimento y medir determinados parámetros, como la cantidad de nutrientes, nitrógeno y fósforo, la materia orgánica, la demanda bioquímica de oxígeno, el pH de la concentración de oxígeno disuelto o la turbidez.
“Estos exámenes llevan sus tiempos y costos. Esto se ve, por ejemplo, cuando se necesita buscar cosas más específicas, como los distintos metales pesados, hidrocarburos o algunos compuestos emergentes, como antibióticos y otras sustancias farmacéuticas. Los costos de este tipo de exámenes son carísimos”, explica la científica ante la Agencia.
Y enfatiza: “La metodología que nosotros proponemos y que ya se utiliza es más barata porque depende de la presencia de las especies. La búsqueda por reducir costos es principalmente por la situación económica que vive el país y el freno que hay para aportar económicamente a las instituciones de Ciencia y Tecnología”.
Evaluar el estado y la calidad de las lagunas y arroyos es igual de importante para los residentes de la ciudad del fin del mundo como para sus turistas puesto que son espacios de esparcimiento, paseos y de interacción constante. “Es un recurso hídrico que no se usa como agua potable particularmente dentro de la ciudad pero sí en los tramos más arriba de las montañas, algunos de hecho son reservas naturales. Entonces, conocer y cuidar su estado es parte de la salud de la población”, afirma Diodato.
Fuente: Agencia de Noticias Científicas